Jake seguía sin despertar, aunque la fiebre en él ya había disminuido. El abuelo de Joshua lo seguía cuidando. El chico le recordaba a sus días de juventud en las que a veces visitaba el Reino Aura para pasar un tiempo jugando o divirtiéndose con el abuelo del muchacho.
Le daba mucho gusto saber que esa amistad parecía haber traspasado por generaciones, ya que ahora eran sus nietos los que eran amigos.
Mientras tanto, Jake soñaba que corría y corría por el campo sobre el lomo de un caballo marrón llamado «Carcob». Ese era el nombre del que podría ser su espíritu elemental, pues los caballos eran en su mayoría los compañeros de los usuarios aura.
El chico estaba muy feliz de pasar un tiempo con su legendario espíritu elemental.
–¿Está preparado para afrontar lo que él futuro le tiene preparado, joven maestro? –Preguntó el caballo espiritual.
–¿Qué es exactamente lo que va a suceder? –Preguntó el joven usuario aura.
–Muchas cosas, amo. –Le respondió Carcob–. Lo importante ahora es que usted logre salir adelante. Sé bien que usted amaba al chico con el que salía, pero debe ser fuerte. Usted posee habilidades para ser una Verdadera Aura.
–Pero yo no provengo de la realeza. Solo soy un chico común y corriente que no tiene nada... Bueno, soy un descendiente de Xamián.
–¿Sabía usted que Jacob el Grande era más poderoso que su hermano? –Preguntó el caballo marrón–. Él poseía mejores cualidades para gobernar. Tenía habilidades más desarrolladas y variadas que su hermano, pero decidió dejar el Reino Aura en pro de vivir su vida y ayudar a la construcción de los mega proyectos que dieron origen a los reinos tal como los conocemos el día de hoy.
–Algo así. –Comentó el muchacho.
Luego el caballo blanco espiritual le habló un poco sobre un relato que ya conocía el grupo de Jack sobre la espada de Jake. Pero se añadió un detalle extra.
La espada había sido recuperada por Jacob el Grande y el le guardó para entregarla al que debía ser su portador legítimo.
Ese era Jake. Aunque estaba en juego el detalle de que Joshua era el único que era capaz de extraer el verdadero poder de la «Aegis Ibris», que se necesitaba de la figura del Astragore para ello.
Carcon le dijo a su amo que le iba a brindar algo de su poder para poder despertar y de esa manera él buscará a Josh.
El joven usuario aura aceptó el trato, pues sabía bien que un conflicto contra los seguidores de Destraik se acercaba.
Fue así que el chico pudo abrir los ojos. El estaba siendo acompañado en una habitación por el abuelo de Joshua, pero también por otro sujeto que tal vez se encontraba en sus sesentas.
El sujeto era delgado, de cabello castaño oscuro y algunas canas. También tenía barba y bigote.
Llevaba puesto un saco rojo con hombreras y botones de color negro. El saco también tenía algunos hilos dorados y Jake sabía que se trataba de un viejo atuendo de la guardia aural.
Portaba también un pantalón blanco y unos zapatos negros. El hombre saludó al muchacho y dijo ser su abuelo.
Jake se llenó de rabia y le increpó al hombre por haberlo dejado solo todo este tiempo, pero su abuelo le comentó que recientemente había conseguido escapar de una prisión en la que fue encerrado por el padre de Jack.
–Me consideraron loco por decirle al rey que conocía su futuro, cuando él verdadero loco era él.
Jake sabía bien que él padre de Jack fue considerado como uno de los peores reyes que hubo en el Reino Aura. Llegó a ejecutar personas que mostraban desacuerdo con sus políticas y encarceló a otras.
Jake creía que existía una razón por la que Jack también lo mantuvo en prisión. Pero su abuelo le dijo que era por temor.
–Puedo leer tus pensamientos también, Jacob. –Dijo el hombre–. El Rey Aura tenía miedo de no perder su poder ante lo que yo sé que te puede suceder.
–¿Y qué es exactamente lo que me va a suceder? –Exigió saber el muchacho.
–Sobre ti caerá el otro hijo de Destraik. He visto futuros en los que logras sobrevivir, pero también otros en los que pierdes la vida. Tu línea del tiempo se hace cada vez más difusa a medida que compartes tu existencia con el Heredero de Xamián.
–Abuelo, lo único que sé es que nadie, ni siquiera tú tienen el derecho de tratar de controlar mi vida.
–Tan testarudo como tu tu padre. Jamás quise controlar lo que te va a pasar. Lo único que quería era evitar que el tonto rey cargara solo con una enorme responsabilidad, pero cree que es su deber y solo suyo el protegerte. Es un verdadero idiota, si me lo preguntas.
Eso hizo enojar a Jake, por lo que intentó ir contra su abuelo, solamente recibiendo una bofetada de su parte.
El hombre le dijo a su nieto que debía recuperar la compostura y no olvidar que tenía el objetivo de reunirse con Joshua para que él pudiera usar el poder de la espada que ellos compartían.
–¿Cómo sabes eso? –Preguntó el chico.
–Los sueños son como los pensamientos. —Dijo el hombre–. Veo que todavía no has desarrollado muchas de las habilidades necesarias para ser el próximo rey. Te ayudaré con eso.
–¡Yo no quiero ser rey! –Protestó Jake.
–Entonces nadie más lo será si él Rey Aura llega a morir.
Eso llamó la atención del joven usuario aura, por lo que le preguntó sobre ello a su abuelo.
Él le respondió que no diría ninguna sola palabra sobre los eventos que sabía que Jack viviría y por lo que podía perder la vida.
–Me niego rotundamente a hablar de ello. –Dijo el hombre–. Al igual que tú destino es solo tuyo, el del Rey Aura es solo suyo. Lo único que sé es que protegerte siempre es su único interés.
El hombre dijo a Jake que hablarían más tarde de ello, luego le dijo que era el vivo retrato de su padre.
De esa manera, él le dijo a Jake que fue un hijo muy deseado por sus padres y que ellos estuvieron muy felices de tenerlo.
Tan solo con dos días de vida de él fue cuando ellos habían perdido la suya. Fueron asesinados cruelmente por una sanguinaria persona.
Posiblemente se trataba del mismo sujeto que mató a su padre adoptivo.
El saber eso le provocó un nudo en la garganta al chico. Eso había sido mucha información para él.
El abuelo de Joshua no sabía si había sido bueno que el chico supiera todos esos datos, pero Jake agradeció a su abuelo y le dio un abrazo.
Luego, el chico preguntó sobre el paradero de Joshua y el respondió que se encontraba en el Reino Planta, pero que tenía en mente el dirigir su rumbo a Ciudad Capital una vez terminado su labor en ese lugar.
–Enronces iré allá. –Comentó el joven usuario aura–. Mi deber es que nuestras dos espadas se vuelvan a unir en la «Aegis Ibris» una vez más.
–¡Entra ya, muchacho! –Dijo el abuelo de Jake, por lo que la puerta se abrió y dejó en descubierto a Isaac, el chico que trabajaba en la guardia astral.
–Si me lo permite el joven Jacob, le acompañaré. –Dijo el chico–. Mi deber en la guardia astral es brindar mi poder al Astragore.
Jake estaba de acuerdo con la petición del muchacho, por lo que ambos iban a arreglar su equipaje para un largo camino.
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