Tras algunos días más, los demás reinos estaban preparados para entregar sus símbolos y depositar su confianza en Brent.
Sin embargo, allí se encontraban varios de los viejos amigos de Joshua. Se podía contar con la presencia de August, Pauline, Claudia, el pequeño Sam, Ike, Jaden, Jocelyn, Tania, Charlotte, Carlos, John, Raúl y Alondra.
Johan se había quedado en el Reino del Tiempo bajo el cuidado de los guardias de la pareja real, y a su vez ayudaba a cuidar a sus sobrinos.
Guardias de cada reino llegaban al punto de reunión, preparados para lo que estaba por venir.
Los amigos del joven Astragore también estaban listos para seguir con el plan.
En el mundo paralelo, las ciudades elementales iban a ser justamente lo mismo a petición de algunos de los amigos del Heredero Del Caos Y El Orden, que de la misma manera se estaban reuniendo para entregar de manera pacífica los emblemas restantes.
Y en ambos mundos, otros más de los amigos de Brent y Joshua se reunían en los Montes del Bien y el Orden. Joseph y Josué estaban en la montaña que representaba a Lefuto, mientras que Adolfo y Tomás llegaban a la que representaba a Xamián.
Joseph se estaba poniendo muy cómodo para poder dormir e intentar manifestar en su sueño un objeto similar al que usaron tiempo atrás para arreglar las distorsiones del espacio y el tiempo.
Sin embargo, una figura alada apareció volando cerca. Este era Zizio, el guardián de los cielos. Parecía tener un mensaje para la pareja de usuarios elementales.
Volviendo con el primer grupo, estos colocaban los símbolos en un cofre, y estaban en espera de la aparición de los hombres del Señor del Mal.
–Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. –Comentó Jaden.
–Tenemos una oportunidad de trabajar juntos una vez más. –Expresó Raúl.
–Hay que hacer lo posible para que Brent y Joshua vuelvan con sus familias. –Expresó una alegre Jocelyn.
De vuelta en el mundo del caos y el orden, Matt logró avistar primero a Dave y Zeke, por lo que les saludó de manera amistosa.
Emma y Nico dieron con Ken, Gala y Prika, por lo que corrieron a saludarse.
Elliot, Estela, Kyla y Wade se encontraron con Esmeralda y Yuri.
Carolina acompañaba a Sue, aunque se podía notar algo de tristeza en el rostro de la hermana de Mike.
–¿Sue? –Preguntó Matt–. ¿Qué pasó?
–Los mercenarios del fuego fueron atacados y la esposa de Mike murió. La madre de Esperanza ha huido a El Reino Central, llevándose a los sobrinos de Sue y al hijo de ella a petición suya. –Comentó la ex doncella del hielo.
–Quiero ayudar, pero no voy a negar que tengo miedo. Mis padres fueron asesinados hace poco, mi cuñada murió, y ya no tengo a mi esposo y a mi hermano cerca.
–Lo lamento tanto, Sue. –Expresó Matt, abrazando a la maga del fuego.
En ese momento, Dave preguntó por Jenna, Adolfo y Tomás, a lo que Carolina respondió que la esposa de Brent se había quedado en la mansión del tío Brant, pues al estar embarazada, no quería poner en riesgo al par de gemelos que estaba esperando, además de que cuidaba de sus hijos y otro par de chicos más.
Regresando al lugar con las fuerzas del bien y el mal en cantidades enormes... El grupo disfrutaba de una comida que fue preparada en conjunto. Todavía no aparecían los seguidores de Destraik.
–¿Alguien sabe que tipo de persona es ese tal Brent? –Preguntó August–. ¡Espero que su nivel de poder sea impresionante!
–Mike siempre decía que era alguien fuerte, pero bastante impulsivo. –Comentó Ike.
–El maestro Brent es alguien muy amable y protector con los más débiles. –Expresó Carlos–. Es alguien que ha construido una familia en torno a sus amigos y seres queridos.
–¡Es el héroe del hermano de Josué! –Expresó Jocelyn–. Salvó un par de ocasiones a su lugar de nacimiento a pesar de que lo han tratado muy mal.
–¡Hubo mercancía en su honor! –Comentó Carlos–. Aunque por lo que llegué a escuchar, él no aceptó que le dieran dinero por usar su imagen, y decidió que esa parte de las ganancias fueran destinados a orfanatos.
–Eso suena bastante interesante. –Comentó Tania, ya que a ella le gustaba apoyar a niños también.
–Debe tener mucho dinero como para negarse a una buena suma por el uso de su imagen. –Comentó un no muy convencido August.
–Pues la verdad vive de forma muy modesta, aunque heredó muchas cosas de su familia. –Respondió Carlos–. Además de que Jacob el Grande le dejó una gran torre en la que hay tesoros muy valiosos.
De regreso en el mundo de Brent, los magos elementales estaban preparados para cualquier cosa que pudiera pasar, y fue en ese instante en el que aparecieron los cuatro líderes caóticos.
Gale, Gina, Nate y Rick llegaron juntos. Gale se notaba muy contento, y su pareja le tomaba del brazo. El hermano de Matt parecía no estar alegre, y Rick se veía muy tranquilo.
–¿A qué debemos esta sutil entrega de los emblemas? –Preguntó el mayor de los líderes del caos.
–La razón es que estamos cansados de hacer lo mismo. –Respondió Matt–. Estamos preparados para enfrentar a Okuros y ponerle fin de una buena vez.
–¿Y dónde está Brent? –Preguntó Gale.
–Tenemos una sorpresa preparada. –Respondió el hermano de Nate–. Pueden tener toda la confianza de que no se encuentra aquí.
–No puedo sentir su asquerosa presencia. –Dijo Nate, observando fijamente a Matt.
–Es por que les he dicho que no se encuentra entre nosotros. –Le respondió su hermano–. Hermano, yo... Yo te voy a detener en los próximos días.
–¿A qué viene eso? –Le cuestionó un indignado Nathan.
De esa manera, Matt anunció que era el momento de hacer la entrega. Algunos de los presentes todavía se cuestionaban si estaban haciendo lo correcto, más algunos de los amigos del Heredero Del Caos Y El Orden les aseguraban que era lo mejor para detener los ataques constantes a las ciudades, y de esa forma organizarse para la batalla final contra el Señor del Caos.
Una vez entregados los objetos, Nate intentó atacar a su hermano, más Gale y Rick le detuvieron.
–Ellos jugaron limpiamente. –Expresó Rick con una sonrisa que le helaba la sangre a Matt–. Es justo que hagamos lo mismo al menos una vez.
–Estaremos preparados para deshacernos de todos ellos. –Comentó Gale–. La prioridad es llevarnos estos emblemas para llevar a cabo el ritual para traer a papá.
Los magos caóticos se marcharon, lo que fue impactante para los amigos de Brent y los demás presentes. Sin embargo, aunque los líderes se iban, varios magos caóticos de todas las sectas elementales hicieron su aparición.
–¡Sabía que estaban fingiendo! –Dijo Matt, riendo un poco de la situación.
Un sujeto cubierto por una túnica era acompañado por unos seis integrantes de los seguidores del Señor del Caos. También se encontraban dos clones de Ifero que parecían algo desinteresados en lo que estaba sucediendo.
–Hemos llegado a recoger los símbolos que nos prometieron. –Dijo una voz muy grave que les había sentir algo de escalofrío a todos los que estaban allí para entregar el tesoro buscado por Destraik.
Jaden se acercó con el cofre que los contenía. El hombre aceptó el objeto que abrió de inmediato.
–¡Muy bien hecho, jovencito! –Comentó aquel hombre, mostrando una sonrisa maléfica al poco tiempo–. ¡Al fin los he conseguido! ¡Es momento de revelar mi verdadera forma!
El sujeto fue cubierto por una especie de aura de energía maligna. Los dos clones de Ifero sonreían, y el hombre emitió un poderoso rugido para transformarse en una gigantesca criatura que parecía ser un gran dragón con seis filas de dientes filosos, catorce pares de ojos afilados y totalmente rojos, brazos enormes con enormes garras, tres pares de patas, enormes alas, y una cola que terminaba en punta.
–¿Dónde se encuentra Joshua? –Preguntó el Señor del Mal.
–No lo vas a encontrar aquí. –Le advirtió Ike.
–¡Entonces me voy a divertir mucho en este lugar! –Mencionó Destraik, soltando una carcajada maliciosa, y comenzando a atacar.
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