Una esfera de luz rosada flotaba sobre Rymalan y sus hijos, en la pequeña celda de la fortaleza de piedra en la que se encontraban cautivos. El Mëentu, inmerso en sus pensamientos, estaba sentado junto a los barrotes de madera, el sitio donde dormía desde su encierro. Poco a poco, las memorias de sus doscientos años de vida iban haciendo presencia en su mente. 69Please respect copyright.PENANAgwk3carRhN
Su infancia en Thenda, con sus hermanos mayores (Follen y Callen), el cariño de su madre, Rymal, y la complicidad que disfrutaba con su padre, Hylme. Los regaños de su madre cuando él no lograba controlar su poder, y, en consecuencia, los momentos en los que deseó poder intercambiar su don con la luz por la capacidad de manejar el aire, como su padre. Las múltiples expediciones al continente que realizaron en familia y las eventuales reuniones que llegaban a tener con sus primos, algunos de los cuales ya estaban establecidos en Loemân. Cuando su hermana encontró a su Mogan, y la celebración que llevaron a cabo por su unión sagrada. Cuando se enteró que su hermana había sido madre, pero no pudo visitarla por tener que cumplir con sus responsabilidades en el continente. Aquel momento en el que, finalmente, pudo conocer a su sobrina, quien resultó ser su Mogan. El día en el que Fiomel y él habían decidido unirse sagradamente, y cuando decidieron establecerse en el continente. Las décadas que transcurrieron en la isla, antes de la llegada de sus hijos. El día en el que acordaron tener descendencia y el suplicio por el que Fiomel tuvo que pasar para tener a sus gemelos, Zaskhea y Efraz, al igual que el martirio cuando gestó a los trillizos, Ynme, Mina y Lyngba, y por último a los gemelos, Do y Olda.
Olda. Su pobre hijo menor, Olda.
Desde su captura, el Mëentu había evitado repasar los eventos ocurridos en la isla durante la incursión del ejército de bestias a su aldea y, en consecuencia, el ataque al más pequeño de sus hijos. Y justo como en el momento en el que ocurrió, al evocar la mirada penetrante del gran lobo, Rymalan sintió un escalofrío recorrer su cuerpo desde su cabeza.
Y de repente, otro recuerdo, uno en el que trataba de no enfocarse en el día a día, de unos 80 años atrás, se hizo presente en la mente del Zedlon.69Please respect copyright.PENANAa0ZR9BmDrQ
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