Esta historia en particular comenzó en una isla llamada Teârqao, la cual es la más pequeña de las islas grandes de la tierra de Loemân.
Aquí, durante las horas en las que el sol está en el cielo, llueve. Siempre. Mientras que, durante las horas de la luna, el cielo se plaga de tormentas eléctricas.
Sí, ixane, sé que suena extraño. Más debo confesarte que, de donde yo provengo, las cosas son muy diferentes a lo que conocemos aquí.
Para empezar, no hay estaciones cambiantes a lo largo del año. Allá, cada zona está permanentemente afectada por una sola estación. En el caso de esta isla, que se encuentra en el sur, durante cada uno de los 400 días del año, siempre, siempre es verano.
Y, ahora que toco el tema del tiempo, allá no se mide el tiempo de la misma manera que acá. Allá, el… aquí no… no sé… Bueno, sé que acá la manera de medir el tiempo es con parámetros más pequeños.
Como los días. Aquí duran 16 horas, allá duran 20. Y además se mide algo que se llama ‘ciclo’, que no es nada más que el tiempo en el cual el sol o la luna se encuentran en el cielo, y estos duran 2 días. O sea, 40 horas.
Por su parte, las semanas se componen de 8 días (o 2 ciclos solares y 2 ciclos lunares); cinco semanas forman un mes, y un año son 10 meses.
¡Ah!, también olvidé mencionar que, las horas allá son más largas que acá, pues tienen 10 minutos extras que nosotros (80 minutos).
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Me desvío.
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Teârqao, que es donde te dije que se establece esta historia en particular, es una isla en donde vive una considerable cantidad de personas en asentamientos de diferentes tamaños a lo largo de toda ella; aunque, esta historia ocurrió en una pequeña aldea donde el cielo está adornado permanentemente con un arcoíris (sí, incluso en las noches).
Esta aldea es tan pequeña que los locales no la han nombrado, solamente se le conoce como la ‘aldea de la costa’. Algo ilógico si me lo preguntas porque hay muchas aldeas a lo largo de las costas de la isla. No obstante, si llegas a Teârqao y preguntas por ‘Mez Orore Alnne’ te dirigirán al hogar de Rymalan y Fiomel.
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Rymalan y Fiomel. ¿Cómo comenzar a explicarte sobre Rymalan y Fiomel?
Estas dos personas… Bien, ellos…
De acuerdo, tendré que decírtelo así:
Cuando todo lo que nos rodea fue creado, el espíritu eterno (Nhynde le decimos nosotros), se separó en dos: Forell, el sol, y Clarell, la luna. A ellos, nosotros los conocemos como los Rhelmu, o ‘creadores’.
La historia de Forell y Clarell requeriría que le dedicara un escrito completo, aunque…por el momento no es importante que sepas mucho sobre ellos, más sí sobre sus descendientes.
Verás, el sol y la luna tuvieron siete hijos, a los que conocemos como los Beelef o los ‘originales’. Ellos a su vez tuvieron hijos, que a su vez tuvieron hijos y así sucesivamente. A todos ellos nos referimos como Mëentu, o ‘descendientes’, pues descienden de los creadores; y, junto a estos últimos, ayudan a cuidar de la creación.
¿Cómo lo hacen?, te preguntaras. Bueno, cuando nacen en un lugar en particular, los Mëentu nacen con poderes; aunque también pueden pedirles a los Rhelmu que les otorguen poderes (si no nacen en ese lugar en particular).
Así que, Rymalan y Fiomel, y la gran parte de las personas que formaran parte de estas historias, son descendientes de los creadores, algunos con poderes de nacimiento (Zedlon), algunos con poderes adquiridos después de su nacimiento (Saizar), y algunos más, que aún no cuentan con poderes (Ballos).
Es importante que sepas que, todos los Mëentu, salvo por los Ballos, pueden vivir indefinidamente. Claro que los descendientes también pueden morir —más no describiré cómo, por si este escrito cae en manos equivocadas—, pero, el paso del tiempo no los afecta. Es decir, no podrías afirmar que un Zedlon o un Saizar ha muerto de edad avanzada, por que eso no ocurre. Otra historia sería si fuera un Ballos.
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Se que estas palabras extrañas te causaran confusión en estos momentos, pero tengo esperanza de que, conforme avancemos, estarás familiarizado con estos términos.
Bien.
Entonces, Rymalan y Fiomel, quienes son Zedlon con poderes centrados en controlar ciertas facetas de la luz, cada fin de año acostumbraban reunirse con Follen (hermano de Rymalan) y Mhylan (prima de ellos) para celebrar.
¡Vaya!, he olvidado decirte que, todos los Mëentu comparten características físicas que los hace parecer idénticos.
Así es, ixane, todos los Mëentu poseen cabello color castaño, que va desde los claros casi amarillos, a los oscuros casi negros. Tienen tez clara, nariz fina y labios delgados. Lo que los diferencia en sí (en mi opinión) es su estatura, y el color de sus ojos.
¡Ah, pues!, olvidé también mencionar que, de acuerdo al poder que cada Mëentu posea, sus ojos serán de un color distinto. Es decir, Rymalan y Fiomel, que ya te he dicho que tienen poderes de ‘luz’, poseen ojos color ‘ámbar’, al igual que Follen; más Mhylan, quien tiene el don de manejar el ‘agua’, los tiene color ‘azul’.
Bien, entonces no volveré a describir sus características físicas, a menos que sean muy notorias, salvo por el color de ojos y quizás su estatura.
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Déjame pensar si es todo, para ya no volver a interrumpir el relato…
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¡Ah!, bueno, el sistema con el que viven… fue establecido por los humanos. Allá los humanos no tienen que pagar impuestos, pues cada que un bebé humano nace, los encargados de mantener la paz y resolver los conflictos (‘Ynde’) otorgan a ese bebé una parte de la tierra, la cual debe de cuidar por el resto de su vida. Si la deja deteriorarse, los Ynde le impondrán sanciones duras.
Tampoco utilizan papel moneda, pues su sistema económico se basa en el trueque de bienes o servicios.
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Creo que es todo lo importante por el momento. Te pido que me tengas algo de paciencia, ixane, por favor, es mucho lo que tengo que decirte y no he encontrado la mejor manera de ‘introducirlo’ en los relatos que quiero hacerte. Al menos, no sin desviarme completamente de lo que quiero escribir.
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¡Pff!
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Bien, comenzaré de nuevo en la siguiente página.
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