Los Ballos, Zaskhea, Do, Olda, Murdice y Mnanoz, encabezados por Fiomel, y acompañados por Dolan, emprendieron la travesía hacia Thenda a través del mar-desierto que ahora rodeaba a la isla ―recuerda que después de que la guardia de humanos atrapó el agua del mar que todavía rodeaba a la isla, no importaba cuanto lloviera, el agua que Mhylan proveía a la isla ya no podía rellenar el poco mar con el que habían contado―. El grupo caminó en línea recta, desde la casa hacia el desierto; dejando a Mhylan, en casa de Rymalan y Fiomel, encargada de los continentales que llegaran a pedir ayuda.
Los viajeros caminaron durante el resto del ciclo solar, alrededor de unas veintidós horas, antes de parar a descansar. Para hacer el viaje un poco más llevadero, Fiomel había utilizado un poco de sus poderes, para oscurecer una porción del cielo y evitar que alguno sufriera deshidratación o insolación. Algo que todos le agradecieron profusamente.
Al inicio del ciclo lunar, se sentaron en medio del camino, con el fin de comer y recuperar fuerzas antes de continuar. Fiomel y Dolan intercambiaron papeles, él ahora iluminaba el cielo para ofrecerles más luz de lo que la luna hacía. El Mëentu, con los brazos apoyados en la arena por detrás de su torso, miraba ensimismado a la luna, cuando, de repente, se le ocurrió algo que, según él, debió de haber considerado desde el principio del viaje.
Dolan, quien conocía un poco mejor los usos y costumbres de los Mëentu (bueno, al menos mejor que Rymalan y Fiomel), le sugirió a esta última utilizar un Muaz-nun-gbam “Vamos, Fiomel, podríamos ocuparlo y llegar rápidamente a Thenda”
“No lo sé, Dolan. Jamás los he ocupado y, además, ¿no necesitas ser Saizar al menos para ocuparlos?”
“Uhm, no lo sé” el consideró por un momento “Nunca he visto a un Ballos ocuparlos, pero quizá se deba a que ellos por lo general no los conocen”
“¿Qué es un banyam?” Olda indagó desde el lado derecho de su madre, bajando el pedazo de pan que estaba a punto de morder.
“Es Muaz-nun-gbam, Da” Dolan le dijo juguetonamente, recibiendo una gran sonrisa del Ballos a cambio “Un Muaz-nun-gbam es un sitio, creado por una Beleef, para permitir el fácil y rápido tránsito de todos los Mëentu a través de Gbëenafgu”
Todos los Ballos, excepto Zaskhea lo miraron aturdidos, por su uso de palabras.
“Dolan, ni mis hijos ni los hijos de Follen conocen toda la historia” Fiomel los miró en turnos, entre apologética y optimista.
Él exhaló por la boca fuertemente “Bien. Los ‘sitios que transportan’, así se traduce Muaz-nun-gbam, son lugares en donde un ser como nosotros… un… uhm…” Dolan luchaba por encontrar las palabras que harían a los Ballos entender.
“Un descendiente de los creadores” ofreció Fiomel.
“Sí, gracias, Fiomel. Un descendiente de los creadores, puede viajar a través de la tierra creada, Loemân”
“Y, ¿puede viajar a cualquier parte?” Olda le preguntó.
“Pues, a cualquier otro ‘sitio’, sí”
Olda animado por esta idea, y resintiendo un poco sus heridas, le propuso a su madre “Vamos madre, quizá no tendríamos que hacer el viaje tan largo si ocupamos uno de esos yam”
“No lo sé hijo” Fiomel sacudió un poco su cabeza “Yo creo que lo mejor será apegarnos al plan original” todos los Ballos murmullaron decepcionados “Sé que va a ser algo difícil y largo llegar a Thenda. Y, entiendo que no quieran hacer un viaje tan largo, pero… no quiero arriesgar a nadie si no es absolutamente necesario”
“Pero…”
“¿Debemos seguir caminando, tía?”
“Yo ya estoy cansada, mamá”
Dolan, sintiéndose un poco culpable, accedió “De acuerdo, Fiomel. Igual, los más cercanos están en Noli o en las islas de Musttârqwy, y… no sé si tus hijos y los hijos de Follen podrían pasar a través de ellos”
“¿Ya ves?” la Mëentu se dirigió a su hijo menor “No, lo mejor es seguir el trayecto que trazamos” Fiomel dijo mientras asentía vigorosamente y miraba a los Ballos, cerrando el tema definitivamente, a pesar de las quejas de estos.
Un buen rato después, mientras observaban las estrellas en el cielo, Fiomel le preguntó al Mëentu “¿Cómo están tus padres y hermanos, Dolan?”
“Bien, supongo” él le contestó.
Mnanoz, quien estaba sentada frente al Zedlon, le preguntó en un tono exigente pero familiar “¿Por qué no me habías dicho que tenías hermanos, Dolan?”
“Hmm” él se encogió de hombros “Nunca tocamos el tema”
“¿Cómo se llaman?”
“Mi hermana se llama Molan, y mi hermano Rolan”
“¿Y?” Mnanoz le hizo una mueca, con la que aparentemente quería aparentar ternura, más sólo le causó extrañeza al Zedlon.
“Y… ¿qué?”
“¿Dónde viven? ¿También tienen poderes? ¿Están casados? Dime… cuéntame sobre ellos” la Ballos corrigió su tono autoritario para sonar interesada.
Dolan la miró con reserva.
“No sé” el Zedlon volvió a encogerse de hombros “Tiene más de veinte años que no los veo”
Olda abrió los ojos, escandalizado “¿Veinte años?”
“Sí, Da. No he ido a verlos… porque, bueno, mis hermanos y yo vivíamos en casa de mis padres, al norte de Loemân, en una isla que se llama Ongoa Alezu o isla abandonada. Está muy al norte. Si vas en barco, desde Kosrû, tardarías casi un mes en llegar a ella” Dolan enderezó su espalda.
“¿No los extrañas?” Do le preguntó.
El Zedlon inclinó un poco su cabeza a la derecha, recordando a su familia “Pues sí, un poco”
“Y, ¿por qué no has ido a verlos?”
“Hija” Fiomel interpuso “Ustedes saben que, cuando vamos a comerciar a los diferentes mercados de la isla nos llegamos a tardar hasta dos semanas en el trayecto. ¿Creen que sería sencillo ir y venir desde una tierra tan lejana?”
“¿Tu conoces esa isla, mamá?” curiosa, la más joven de sus hijas le cuestionó.
“Sí, estuve ahí en una sola ocasión, hace ya muchos años, antes de que su padre y yo nos asentáramos en la isla”
Zaskhea dijo sarcásticamente “¿Qué?, ¿planeaban vivir ahí?”
“Pues, nos lo planteamos, pero las condiciones son muy desagradables” Fiomel hizo un gesto de desagrado con la nariz, lo que hizo reír a Dolan “Aunque mi tía me trató de convencer” ella se dirigió al Zedlon.
“Sí, suena a mamá”
Mnanoz alzó la voz, algo escandalizada “¿Cómo? ¿Ustedes dos son primos?”
“Sí, Mnanoz”
La Ballos reiteró “¿Primos?”
“Sí. Mi papá es tu tío, ¿verdad, Fiomel?” la Zedlon asintió “Y mi mamá es tu tía… ¿abuela?”
“Sí, hermana de mi abuela Rymal”
“O sea que, tus papas son ¿tía y sobrino?, ¿casados? ¿Que tu mamá no es más grande que tu papá? Y, ¿cómo lo permitieron tus abuelos?” Mnanoz enunciaba en voz alta las preguntas incómodas que ningún otros Ballos quería hacer, a pesar de también tenerlas.
Dolan intentó apaciguar los ánimos de la joven Ballos “Sí, Mnanoz, mis padres son tía y sobrino” luego se volvió hacia Zaskhea y mirándola a los ojos, terminó “Cuando encuentras a esa persona especial, no importa ni su edad ni su género”
Zaskhea sonrojada asintió levemente, sin apartar sus ojos de los del Mëentu. Un calor se propagaba desde su pecho al resto de su cuerpo, cada segundo que pasaba hacía que su corazón latiera más rápido. Él la miró tiernamente, regalándole una sonrisa un poco torcida.
Murdice, quien había notado el intercambio y estaba sentado al otro lado de ella, se acercó a su prima y le gritó al oído “¿Quieres mi porción de pan, Zaskhea?”88Please respect copyright.PENANAF55fFQmx5S
Ella brincó, sobresaltada por la voz de su primo “No, gracias”
“Pero la guardé para ti. Siempre comes dos piezas enteras, y ahora que sólo nos toca una parte, quise guardártela. ¿Segura que te sientes bien?” él hizo un esfuerzo por tomarla de la mano, al tiempo que ella se sacudía las moronas de comida de la falda de su vestido, evitando así que él la tocara.
“Estoy bien, Murdice” ella contestó bruscamente.
“Creo que será mejor caminar un poco más antes de dormir” declaró Fiomel, para cambiar los ánimos, mientras empacaba de nueva cuenta sus pertenencias.
Así entonces, todos se levantaron y caminaron lo más rápido que pudieron. Murdice intentó caminar junto a Zaskhea, pero ella al ver sus intenciones, tomó a sus dos hermanos por los brazos y los hizo caminar junto de ella, uno a cada lado.88Please respect copyright.PENANAYVqDFcAmGx
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