El hombre inconsciente de la playa se llamaba Eazon y estaba casi desahuciado, pues llevaba al menos un par de días sin tomar agua y varios ciclos sin haber probado un solo bocado. Su ya de por si piel morena había adoptado un color más oscuro, y su ropa olía muy mal. No bromeo, llevaba como dos meses sin bañarse ni cambiarse de ropa.
Así que, ya que recobró la consciencia —unas treinta y nueve horas después de que Zaskhea y Dolan lo encontraran en la playa— Fiomel hizo que el rescatado se diera una ducha.
Después hizo lo que hacen todas las madres de familia hacen: lo forzó a comer tres platos llenos de comida antes de que le permitiera contarles el motivo por el cual había llegado a la isla en ese estado.
Si acaso te estas preguntando si le dio indigestión al forastero la respuesta es no. Aparentemente Eazon provenía de una larga línea de hombres con estómago de hierro, lo que le permitió consumir dos pescados completos, dos tazones del estofado de venado y las dos piernas de pavo remanentes de la cena de los Mëentu; así como dos panes frutales enteros. Y todo lo acompañó con medio barril de cerveza.
Rymalan convocó una reunión familiar de emergencia, y cuando Eazon terminó de comer, le pidió que les dijera por qué y cómo había llegado a la isla en ese estado ―aunque debes saber que ningún Ballos pudo tomar parte de la conversación, pues Rymalan les ordenó a sus hijos permanecer en las tierras de Follen. Y créeme cuando te digo que ninguno de sus hijos quiso desobedecerlo cuando vieron la cara amenazante que portaba—.
La reunión se llevó a cabo en el comedor de Rymalan, en donde unos días antes se había celebrado el cambio de año. Los Mëentu movieron la larga mesa de madera hacia una de las paredes de piedra de la habitación, y formaron un círculo con los bancos de madera del lugar para escuchar el relato del rescatado. Una atmósfera de anticipación se respiraba en el ambiente, porque el continental tenía una historia muy interesante que contar.
“Antes que nada debo agradecerles por su cálida hospitalidad” Eazon reprimió un eructo mientras se dirigía a Rymalan y Fiomel.
“No hay nada que agradecer, Eazon. Estamos complacidos que te encuentres mejor” Fiomel rellenó la copa del continental.
“Gracias” dijo antes de hacer una larga pausa “Estoy seguro de que saben en qué condiciones nos encontramos en el continente, debo decirles que cuando me enteré que esta isla no estaba sufriendo los mismos estragos que nosotros, por poco abofeteé al hombre que lo aseguraba”
Los Mëentu lo observaron perplejos.
“Pero ahora creo todo lo que me dijo. Pobre, el soñaba con ver la isla” Eazon le dirigió una sonrisa melancólica a Fiomel. Cuando bajó la mirada, un par de lágrimas salieron de sus ojos negros.
El forastero guardó silencio por un largo rato. Los Mëentu presentes (Rymalan, Fiomel, Follen, Dhyfe, Mhylan y Dolan) comenzaban a impacientarse, y aunque no querían sonar desconsiderados por la pérdida que el continental había sufrido, su serenidad se veía estirada casi al límite, a medida que el hombre meditaba y los minutos pasaban.
Si recuerdas, te había comentado que Rymalan y Fiomel vivían en la isla más pequeña de las islas grandes de Loemân, que a su vez era la más grande de Bellârqwy. Lo que no te había mencionado es que esta isla es la que está más alejada del continente, por lo que las noticias de este último llegaban con varios meses o incluso años de retraso. Y si a esto añades el hecho de que los Mëentu vivían en una aldea prácticamente incomunicada de las demás, es de esperarse que ninguno de ellos conocía la verdad sobre lo que ocurría en lugares más allá de sus propias tierras.
“Eazon” Fiomel rompió el silencio “Mencionaste las condiciones del continente” él asintió “¿Podrías decirnos que ha pasado?”
“El Qwtomeue”
Rymalan se levantó de su asiento bruscamente y comenzó a dar vueltas alrededor del cuarto. Aunque no estuvieras presente en el lugar, se podía sentir su enojo, o al menos eso me han dicho sus hijos “¿Quién osa?... ¿Cómo es que?... ¿Quién se hace llamar de esa manera? ¿Los Ynde no han hecho nada al respecto?”
Eazon estupefacto tomaba turnos para ver a todos los Mëentu del cuarto, por un momento sintió ganas de reír, pero decidió contenerse “Señor Rymalan, los Ynde desaparecieron desde hace años. Ustedes no reciben noticias sobre el continente muy seguido, ¿verdad?”
Rymalan se detuvo abruptamente, Fiomel aprovechó esta oportunidad para tomarlo por una de las mangas de su camisa, obligándolo a sentarse de nueva cuenta, mientras le preguntaba a Eazon “¿Desaparecieron? ¿Cómo?”
El forastero bufó “Primero las Pad Du y luego, el Qwtomeue”
Follen miró a Dolan “¿Tú no conoces nada sobre este ‘regente’ o las ‘grandes familias’?”
“No, tío” Dolan negó la cabeza, mientras con su aire calmado cruzaba los brazos despreocupadamente “Lamento decepcionarte, llevo años incomunicado de los humanos”
Esta declaración hizo que Eazon bajara su vaso a medio trago de cerveza, curioso; pero antes de que pudiera cuestionarlos, Mhylan le pidió que les contara a detalle lo que ocurría en el continente.
“Con mucho gusto, señorita. Mire, yo provengo de la región de Noli, específicamente nací, crecí y he vivido toda mi vida en un pequeño pueblo llamado Akuraadfyegye [‘Flor del volcán’], que está a las faldas del volcán. La vida en ese pueblo era mágica, siempre contábamos con suficiente comida para nosotros, nuestros animales e incluso para intercambiar en los mercados. Nosotros, al igual que ustedes vivíamos en una pequeña burbuja, alejados de todas las noticias de las regiones lejanas, pues nadie se atrevía a acercarse a la región, por miedo al río de lava que corre por el volcán. Cuando llegábamos a enterarnos de algo, lo hacíamos en los mercados cuando salíamos del pueblo; pero eso era esporádico, pues todos los del pueblo nos habíamos puesto de acuerdo para ser autosustentables.
“Fue en una de esas ocasiones, en las que algunos se aventuraron a salir a comerciar a otros pueblos, que nos enteramos que un joven huérfano de Voconi había llegado a ser Ynde. Nadie sabía nada de este joven, nadie sabía dónde había nacido ni quiénes eran sus padres. Corren muchos rumores sobre él, pero no hay nada confirmado hasta el momento.
“Según los registros de los Ynde locales, ese joven era el Ynde más joven en la historia de Loemân. Con sólo 26 años logró lo que algunos intentan ser toda la vida. Así que eso nos sorprendió un poco, pero en realidad nos alegramos, pues estos son tiempos modernos, y la visión y la influencia que los Ynde tenían sobre nosotros era ya bastante anticuada. A todos los del pueblo nos agradó que alguien joven pudiera administrar justicia, e incluso deseábamos que sucediera en nuestra propia comunidad.
“Fue hasta un par de años después que nos enteramos, también en uno de estos viajes fortuitos a las afueras del pueblo, que la familia más pudiente de Voconi regía todo el municipio, pues estaban administrando el agua de toda la región.”
“¿Cómo lo hicieron?” preguntó Mhylan fascinada.
“Señorita, hasta la fecha lo desconozco, pero pienso que deberían hacerlo con un tipo de dispositivo que fuera, pues, gigantesco. Si no, ¿de qué otra forma lograrían contener toda esa agua?” el continental preguntó mientras señalaba a Mhylan con su vaso de cerveza.
“Tienes razón” Mhylan asintió animada “El agua es muy temperamental, y no puede ser contenida durante un largo periodo de tiempo. Al final siempre logra salirse con la suya”
“Hm, hm” vocalizó Rymalan “Creo que se está desviando del tema, Eazon”68Please respect copyright.PENANAFytI7qXsr0