Eazon permaneció en la isla por unas cuantas semanas más, pues Fiomel, como buena madre, no permitió que se fuera del lugar sin haberse recuperado totalmente.
Una vez convalecido, Rymalan le encomendó que le dijera a cualquier otra persona que necesitara ayuda, y que quisiera realizar el viaje, que fuera a Mez Orore Alnne, y que su esposa y él le ayudarían. También le dieron comida y agua suficiente para dos semanas, e incluso, Rymalan junto con su hijo Efraz, lo llevaron al borde del ‘mar’ que todavía existía en los alrededores de la isla; para ayudarlo a comenzar su viaje de regreso.
Mhylan también se comprometió con el continental a ayudar a quien lograra hacer la larga travesía hasta la isla. Incluso le otorgó un talismán a Eazon, el cual él pronto desestimó, por tratarse únicamente de una pequeña piedra.
“Eazon” la Mëentu le dijo muy seria “Debes mantener este talismán siempre sumergido en un poco de agua. Si lo sumerges en tu jarra, el agua nunca más te faltará”
Como te podrás imaginar, Eazon dudó de la veracidad de las palabras de Mhylan e hizo caso omiso de sus palabras.
Sí, en serio, por eso me desconciertan las mentes de los humanos. Si Eazon hubiera sabido en realidad quienes eran sus anfitriones, y el poder que el talismán podía invocar, no se hubiera rehusado a sumergir la roca en el agua. No, no hubiera chistado ni un segundo.73Please respect copyright.PENANA5E5ISF5L0F